viernes, 19 de noviembre de 2010

Después de la tormenta viene...

Capítulo VII: Después de la tormenta viene…           
El cielo plomizo parecía cerrar la mañana. Encendí la radio para oír las noticias:
“Son las 8, las 7 en Canarias. El PSC ha dado la vuelta a las encuestas. Ángel Llorente, Barcelona”.
“Así es, Jordi. Contra todo pronóstico José Montilla ha arrasado en las elecciones. Según todos los analistas políticos, esto se explica por la debacle histórica del Partit Popular de Catalunya, que con el 2,5% de los votos se queda fuera del Parlament…”.
Parecía que los catalanes no se habían dejado llevar por las encuestas. A ver cómo me encontraba a Lluis. Él era del PSC.
- Ya ves, Vicente, en Catalunya la gente es muy participativa. La abstención ha bajado al 20%. Y hemos ganado…
- Bah, yo de política no entiendo- comentó Antonio entre bostezos-, pero siempre digo lo mismo: al que elija la gente, bien elegido está.
-Sobre todo si la abstención es baja.
Yo tampoco entendía mucho de política, al menos de la política de la que se hablaba de forma histérica en los medios de comunicación. Para mí, la política era algo importante, pero también lo era, y mucho, el orden.
- Bueno, bueno,… y ¿qué se sabe del hallazgo de nuestro héroe?- preguntó con sorna Lluis.
- Pues según la jefa, que está que trina,…
- Según la jefa, que está que trina, en cinco minutos al despacho- Candela pasó por el despacho como lo hubiera hecho un huracán.
- Ésta mujer consigue levantarme dolor de cabeza- me quejé de mala gana.
En efecto, a los cinco minutos llamamos a la puerta de su despacho.
- Pasen- contestó de forma seca.
El despacho tan ordenado como siempre, tan clásico, tan señorial…
- Pueden sentarse- indicó las tres sillas de siempre.
- Primero- carraspeó- quería felicitar a Lluis por el triunfo del PSC.
Sorprendido, mi compañero se puso colorado y susurró un “gracias” casi inapreciable.
- Segundo. Vicente, le reitero lo que le dije ayer por la tarde.
Mis compañeros me miraron con cara de sorpresa, pues no sabían de qué iba la cosa.
- Y tercero y más importante, el documento secreto que, al parecer estaba adherido al cuadro, ya no lo está. Encontró la pista, pero no resolvió el caso, Ares.
- Lo suponía- aseguré inmediatamente.
- Ahora la investigación continúa. Los de laboratorio me han dado esta dirección- me extendió la tarjeta de un tal señor Cisneros.- Deben hablar con él. Al parecer podría estar metido en todo el ajo.
- Muy bien, intentaremos averiguar cuál ha sido su implicación en el caso.
Al salir del despacho…
- ¿Cómo que lo que te dijo ayer por la tarde?- preguntó Antonio.
- ¿Eso es a lo que más importancia le has dado de todo lo que nos ha contado?
- No respondas con preguntas, don Juan- dijo Lluis.
- ¡Ya está! Vamos a preparar las cosas, que nos espera una buena tarde.
Parece que los convencí. El caso es que no me volvieron a preguntar.
Como es lógico, lo que me había dicho la tarde anterior es que lamentaba la bofetada que me había dado, pero eso yo no se lo iba a contar a mis colegas. A veces eran crueles y yo no quería más conflictos. 

* FUENTE DE LA FOTOGRAFÍA: ucm.es

2 comentarios:

Dilaida dijo...

ja,ja,ja ¡Qué optimista!Eso ni se lo cree ni Montilla. Bueno como es ficción es admisible.
Bicos

Anónimo dijo...

Marcos ....jejejeje te has pasado al relato de "comic" ...o tal vez de"fantasia" o de "ciencia y ficción"....jejeje
eso es lo que, por lo menos para mi al levantarme el 29 de Noviembre, me gustaria leer en la prensa....ese inicio seria fantastico.....